
Alimenta la Solidaridad Petare es una iniciativa que arrancó en septiembre de 2017 con un comedor en el que se alimentaba a 30 niños
Hoy alcanza los 3000 beneficiarios en 41 comedores instalados. El proyecto comenzó cuando se instaló la Asamblea Nacional Constituyente. Este hecho alargaba la crisis política y, por lo tanto, estábamos seguros de que se agudizaría la crisis económica en nuestro país. En el 2017, Ángel Alvarado y muchos otros economistas denunciaron insistentemente que se avecinaba la hiperinflación y que la hambruna se convertía en una amenaza latente.
Ante ese desastre que se veía venir, no podía permanecer pasivamente como testigo de lo que ocurría a los venezolanos. Decidió participar en la solución y emprender este proyecto fue una respuesta moral a la crisis.
No era suficiente denunciar: urgía pasar a la acción. Alimenta la solidaridad empezó por iniciativa de otro político amigo joven, Roberto Patiño, Andrés Schloeter y Alvarado replicaron y multiplicaron la idea en Petare porque la solución a esta crisis exige un esfuerzo que requiere contar con la voluntad de todos.
Gestionar los comedores de Alimenta la Solidaridad es posible gracias al aporte solidario de ciudadanos particulares que no están dispuestos a esperar a que el Gobierno nacional atienda esta crisis que generó, sino que ellos mismos están dispuestos a ser parte de la solución.
El objetivo que sostiene todo el accionar del proyecto es que en Petare ningún niño puede morirse de hambre
Pasamos de la compasión a la acción y de la crítica a la solución. Sabemos que los comedores son una solución temporal y queremos que a mediano y largo plazo ya no sea necesario servir allí comida, sino que sean espacios comunitarios para desarrollar las capacidades socioemocionales y socioproductivas de las madres. Porque hemos visto en esta experiencia que la salida de la crisis pasa por empoderar a las madres, darles herramientas para el trabajo y la productividad. Una madre sana, educada y estable emocionalmente es la principal condición para el desarrollo pleno de sus hijos.

Alimenta la solidaridad quiere sacar a la gente de ese estado de shock en el que están, producto de haber pasado de la pobreza a la miseria. Devolver el poder a la madre y la familia. Lo que estamos viviendo es un genocidio silencioso porque el Gobierno se ha negado a ayudar a la gente.

El próximo paso que nos hemos plantado es comenzar a ser impulsores de emprendimiento para exportación.
Que la meta de las madres de ese sector no sea vender productos en la Redoma de Petare, sino que trabajen por producir para el mundo. La precariedad de la situación ha hecho que muchas personas se sientan sometidas a una condena de pobreza, pero si dejamos que los venezolanos se vuelvan esclavos de la desesperanza, todo estará perdido. Hoy atendemos una necesidad primaria, como lo es la alimentación, pero no debemos olvidar que lo que realmente saca a alguien de la pobreza es tener herramientas de trabajo y superación. Ese debe ser nuestro norte y hacia allá estamos apuntando.