Estamos en un momento importante de la historia, está cambiando la estructura productiva del mundo y obviamente representa desafíos para la región.

 

Osmel Manzano economista para los países andinos del banco interamericano de desarrollo (BID) y profesor de la Universidad Georgetown, figuró como invitado en Ceteris Paribus bajo la dirección del economista y host Ángel Alvarado para conversar sobre la transformación productiva en la región andina, la transición energética en el mundo de la descarbonización, los restos y oportunidades que esto implica.

 

Ángel A.- La región andina se encuentra en un momento indispensable para tomar decisiones acertadas. Después de París (acuerdo de París CMNUCC-UNFCC) el mundo se ha puesto en marcha una agenda de descarbonización y aunque es posible que existan desafíos en la implementación de esta agenda, el mundo ha decidido avanzar hacia ese destino. Las materias primas relacionadas al combustible fósil representan al menos un cuarto de las exportaciones andinas y un 10% de los ingresos fiscales de la misma.

¿Puede la región hacerle frente a esta transición de forma exitosa? ¿Cómo reduce la dependencia del combustible fósil sin generar un desbalance fiscal y en el sector externo?

 

Osmel M.- Un punto a entender es ¿es esto una amenaza para la región? podría ser, pero es una oportunidad también. En este trabajo, mostramos lo que ocurre en el mundo y si no tomas ninguna medida, eres un sujeto pasivo, estarías creciendo por debajo de tu producto potencial. De aquí al 2050 estarías por debajo de la tendencia normal en términos de productividad.

 

Notamos que, por ejemplo, el impuesto al carbón y a su uso podría usarse para financiar inversiones en telecomunicaciones e infraestructura rural, esto ambia el signo, y vas a crecer por encima del potencial, vas a estar en el 2050 por encima de la media. Estamos en un momento importante de la historia, estamos en tendencias mundiales, están cambiando la estructura productiva del mundo y obviamente representa desafíos para la región, dependiendo si es un actor pasivo o activo.

 

Ángel A.- ¿La región andina va tarde en este proceso? ¿Cuáles son las opciones? está el cobre, litio y el tema de los impuestos al carbón.

 

Osmel M.-  No vamos tarde, pero el autobús está por dejar la estación, hay que montarse rápido. Con la pandemia se abrió un poquito una ventana de oportunidades y estamos a tiempo de tomar de decisiones.

El tema por entender es este, vienen agendas que deben trascender gobiernos, hablamos de 2050, deben ser agendas nacionales y no de gobierno. Es importante entender que aquí se vienen decisiones trascendentes a los gobiernos que están ahora. Hay que empezar ahora para ver resultados en el 2050. No estamos tarde, hay espacio para accionar hoy.

 

Sobre lo segundo, hay un tema claro, hay oportunidades que se abren en esta transición de nuevos minerales. Está el cobre, litio, entre otros, en ese sentido tenemos países que tradicionalmente han venido exportando minerales como Perú y Bolivia con el litio. Colombia y Ecuador tienen un potencial en cobre y están entrando en este negocio.

 

Tenemos las lecciones de la pandemia y no se habla mucho de ello. El único sector económico que creció durante la pandemia fue la agricultura, es un sector que no se ha aprovechado, salvo en Perú que tiene unos sectores diversificados, por ejemplo, los arándanos y espárragos. Colombia exporta café, banano y flores, es menos diverso. Hay potencial en ese sector y fuera del debate geopolítico que rodea este tema, las cadenas globales de suministros se van a reacomodar porque la pandemia les enseñó que necesitan construir redundancia y porque toda cadena hoy está pensando en estrategias de ser más verde y si quieren suministrarle a USA, venir desde la China puede ser sucio, venir de Colombia limpio. Entonces hay una oportunidad que se puede aprovechar.

 

Ángel A.-  Uno se pregunta quién gana y quién pierde en este proceso de descarbonización ¿En la región todos pueden ganar o pueden haber perdedores?

 

Osmel M.-  Buena pregunta. A nivel nacional no hay perdedor. Todos los países de la región tienen el potencial de ganar sobre lo que ocurre en el mundo -recordando que esto es combinación del cambio climático y también post pandemia- a nivel regional dentro de los países van a ocurrir reacomodos. Hay que pensar en políticas regionales en los territorios porque, como dije antes, si somos pasivos habrá regiones que sufrirán. No quiere decir que en estas regiones no haya otras potencialidades. Conocemos experiencias que dicen que se puede trabajar con estas regiones, potenciales perdedores, pero se puede trabajar con ellas.

 

Ángel A.- Es interesante que el banco esté trabajando en esta dirección. Como toda oportunidad hay que tomar acciones y tener una región más diversificada requiere del sector público y privado ¿Cuáles son esas acciones más importantes que a cada uno le toca en este desafío?

 

Osmel M.- No puede un solo actor llevar esta agenda de descarbonización. Desde el punto de vista del Estado, se debe trabajar en los precios relativos, que transmitan las señales correctas a los distintos actores, y para que esto ocurra, hay que pensar en precios del carbón, los subsidios que les damos a consumos energías fósiles, es decir, crear una estructura de precios correcta para transmitir lo que queremos transmitir. También pensar en una estructura de apoyo al sector privado, por ejemplo: la capacitación. Hace años hicimos un estudio en evaluación de prácticas empresariales, y vimos una brecha con otros países, por tanto, se necesita trabajar en el sector privado.

 

El sector público tiene que ver cómo ayuda al financiamiento de actividades porque inherentemente no las conoce, y el sector bancario tiene un rol fundamental. Se necesitan instrumentos para que fluya más el financiamiento hacia estos sectores que usan energías limpias, e incluso tratar de movilizar los recursos a nivel mundial esa transición. El sector privado tiene que hacer prácticas de negocios, temas de mayor colaboración con universidades. Brasil y Argentina tienen sinergia con el sector privado y necesitamos pensar en ese tipo de relaciones entre sector privado y académico público en la región andina. También el sector público puede ayudar y descubrir nuevos mercados, nuevo nichos en un sector.

 

Ángel A.- Hablamos de los sectores. Hay una dependencia histórica en América Latina a las materias primas, petróleo en el caso de Colombia, Venezuela y Ecuador. Tú nombraste el sector agrícola, con un buen comportamiento en la pandemia, y a Perú con su especialización en el tema de súper foods. ¿Qué oportunidades hay en el sector agrícola para la región?

 

Osmel M.-  Ver los sectores más afectados por lo que pasa en el mundo hoy, fue lo que quisimos ver. El sector agrícola de la región fue casi el único que creció. Vemos desafíos de infraestructura rural, vemos desafíos institucionales. No hablamos que el Estado deje de hacer sus controles fitosanitarios, el tema a veces es que el productor debe lidiar hasta con 15 instituciones. Debemos ver cómo hacemos stream lining que ayude al productor a acceder tanto a los servicios del Estado y a cumplir con sus obligaciones. Si no tienes seguridad no puedes exportar y no te comprarán tus productos afuera.

 

Por último, el sector tiene desafíos de cambio climático, la región está afectada por ello, se debe adoptar una estrategia de promover la infraestructura estratégicamente. Hemos desarrollado una de las publicaciones conexas pudiendo ver por municipio la productividad agrícola, ver como crece si le colocas una carretera, por ejemplo. Apoyar la adaptación al cambio climático, porque hay variedades que se pueden adaptar mejor al cambio climático. Hay experiencias exitosas, por esto, necesitamos trabajar en esos sectores y conectarlos con nuevas oportunidades. Cuando vemos lo que ocurrió con el arándano: había oportunidad de mercado en USA, suplir arándanos cuando el productor americano no puede porque no está en estación. Se trata de esto, conectar al productor de la región con estos nichos en el mercado que representan una gran oportunidad.

 

Ángel A.- El mundo se está des globalizando y desacoplando, son presentan retos y al mismo tiempo hay oportunidades. ¿Cómo la región puede insertarse en cadenas globales de valor en este nuevo mundo?

 

Osmel M.-  Cadenas de valor, es lo que ocurre con los procesos productivos mundiales que se fragmentan, por ejemplo, varios países van produciendo las parte de un carro hasta que llega a un país y se tiene el armado completo. En Asia ocurrió mucho, aunque en nuestra región no se ve mucho, salvo México, por acuerdo de libre comercio con Estados Unidos. Países centroamericanos como Nicaragua, producían cinturones de seguridad que México seguía armando.

 

Los países andinos históricamente no se han insertado en estas cadenas de valor, a pesar de tener buena ubicación, nexos entre pacífico y Atlántico, acceso a la costa este de Estados Unidos si estás en el norte,… en contra está los costos logísticos altos, baja integración regional, desafíos de promoción del país como destino de inversión, este último un tema importante, y aunque la hay, es pensar a quién quiero traer yo. Costa Rica con Intel es un ejemplo. Pensaron en no traer a cualquiera, sino, a Intel, traerla estratégicamente. Avanzar en los procesos, logística y que la cadena funcione sin contratiempos. También en acceso al crédito, países que han logrado una cadena textil, que la gente produzca y lleve a la fábrica porque han logrado resolver el tema de las pymes.

 

Ángel A.- Hablando de esa integración. ¿Qué oportunidades brindaría una integración regional? imaginando un bloque regional, con una agenda colectiva, con encadenamientos productivos.

 

Osmel M.- Eso quizás es lo irónico. Hay mucho potencial. En Asia están estas cadenas porque hay una integración regional, eso permite moverse rápido de un país a otro con sus productos. Igual Costa Rica. La región no ha aprovechado, porque tal vez la mentalidad era pensando en el abastecimiento interno. Requeriría una armonización de normas, que todos sepamos que es el mismo requisito que hay que cumplir. Que el requisito no sea distinto según el país. Los operadores y normativa que permita insertarse en la cadena de valor.

 

Ángel A.- Sobre alternativas. La dependencia a los hidrocarburos, gas, petróleo y vamos hacia la descarbonización. El sector servicios es muy importante, dentro de este, está el turismo. ¿Cuál sería el rol del sector turismo en esa transformación productiva de la región?

 

Osmel M.-  La región tiene potencial en turismo. Hay destinos naturales importantes en la región. Canaima, Galápagos,… también hay destinos históricos, Machu Picchu, Quito, Cartagena. Los grandes desafíos de la región son de infraestructura, no siempre la debe proveer el Estado, puedes pensar en asociaciones público-privadas, pero también el tema de regulación, mejorar la regulación, que el turista se sienta seguro yendo a un destino. Mis colegas expertos en turismo dicen que «el trabajo llega a tí». Esto tiene un potencial de movilización económica importante. Los turistas hoy demandan más servicios, hay oportunidad para desarrollar ese entorno alrededor del destino y ayudar al sector económico.